A lo largo de la historia la tecnología ha evolucionado de acuerdo a nuestras necesidades. A día de hoy la humanidad ha sido capaz de crear un material más resistente que el acero, según sus investigadores. El proceso de creación de este material se debe a la nanotecnología aplicada por parte del MIT y el Instituto Tecnológico de California en EE.UU. junto con ETH Zurich en Suiza.
La principal característica de este material es su extrema ligereza en relación con su resistencia. Esto debido a su diseño de patrones de nanocarbono realizados bajo una técnica conocida como nanoarquitectura, que a su vez proporciona flexibilidad al material.
Las pruebas se llevaron a cabo de forma que un proyectil a altas velocidades impactara con este material, la nanoarquitectura respondió resistiendo los a impactos deformándose y compactando en el área de impacto.
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